Todos los dibujos técnicos, renderizaciones y memoria descriptiva realizados por Agustín Varas
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Obra: Restaurante
Ubicación: calle 473bis (ex15) entre 14b y 14c n°628, City Bell, La Plata
Comitente: Maximiliano Cataldi
Proyecto: Agustin Varas
Conducción de obra: Agustín Varas
Ubicación: calle 473bis (ex15) entre 14b y 14c n°628, City Bell, La Plata
Comitente: Maximiliano Cataldi
Proyecto: Agustin Varas
Conducción de obra: Agustín Varas
Año: 2013
El restaurante tuvo que atenerse a las condiciones del terreno, el cual está dominado por una construcción en estilo Mar del Plata devenido en locales comerciales. A un costado de ésta, en un rectángulo alargado de 80 m2 con dos medianeras adyacentes, se edifica el mismo. Para sacar partido de estas condiciones y marcar una diferenciación con sus aledaños, se consolidó un bloque alto, de líneas rectas y con las caras libres completamente vidriadas.
Una iluminación focalizada
en las mesas, equilibrada con una luz más cálida y homogénea aporta una cuota
de estabilidad a los estímulos visuales. Mientras que en un gesto de honestidad
compositiva, un vano en la pared deja al descubierto la cocina, estimulando la
curiosidad del observador, mostrándose tal como es. Todo es cuestión de
percibir.
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Project
ITA está ubicado en City Bell, un barrio residencial de la periferia de La
Plata en el que el verde dialoga con la tranquilidad de vivir alejado del
bullicio de la ciudad. Un lugar en el que las variantes gastronómicas están
cubiertas y las ideas excéntricas pueden terminar siendo contraproducentes. La
búsqueda de una distinción devino en un espacio en el que la sugerencia no es
tendenciosa sino consabida. El restaurante se materializó bajo la traducción de
una propuesta que nació dentro de la cocina, el alma del restaurante.
La
idea fue confiar en la nobleza de los ingredientes tradicionales, sin recaer en
expresiones extravagantes que a la larga pierden su novedad y recaen en
clichés. El comensal se siente partícipe porque no hay secretos, los elementos
se muestran tal como son. De lo básico, el cliente recolecta gran cantidad de información
porque está emparentado con ellos. Del mismo modo que reconoce un aroma,
percibe la veta de una madera o la firmeza del acero, generando estímulos que
buscan la evocación; y es desde esta perspectiva de donde se muestra el respeto
por el cliente, protagonista fundamental de todo restaurante.
El restaurante tuvo que atenerse a las condiciones del terreno, el cual está dominado por una construcción en estilo Mar del Plata devenido en locales comerciales. A un costado de ésta, en un rectángulo alargado de 80 m2 con dos medianeras adyacentes, se edifica el mismo. Para sacar partido de estas condiciones y marcar una diferenciación con sus aledaños, se consolidó un bloque alto, de líneas rectas y con las caras libres completamente vidriadas.
El
espacio interior resultante buscó aprovechar al máximo sus no tan generosas dimensiones.
Los espacios cerrados de cocina, depósito y oficina, fueron agrupados en bloque
y mediante la articulación de la madera y el acero la intención fue alivianar
el impacto visual de estos volúmenes para dar la sensación de ser dos meras
cajas, y así marcar una fluidez espacial. En el plano de las mesas las líneas
se simplifican, mientras que la carga visual se desarrolla verticalmente.